Capítulos

martes, 9 de octubre de 2012

Capítulo 6 - Yo solo quiero leerte.

-Vamos Esme, son las 7:30 ya.
-Mamá, no mientas, son las 7 en punto.
-Da igual, levanta.
-¡No quiero! Me duele mucho la cabeza... -Era verdad, me dolía muchísimo apenas podía moverme sin marearme.-Dame algo, que creo que me muero...
-Exagerada. Eso es porque anoche tuviste una pesadilla.
-¿Sí? ¿Grité?
-Mucho.
Mamá trajo un vaso con una pastilla efervescente y me quedé mirándola hasta que se deshizo por completo. Era uno de los grandes placeres de estar mala, ver como algo que es totalmente solido se deshace. En el fondo todos deseamos ser tan ligeros como esa pastilla, y deshacer nuestros dolores con ella. Sabía a truenos, centellas y todo lo que diera nombre a mal sabor. Pero al rato me encontré mejor. Me miré al espejo.
-Tengo una hija muy muy guapa, hasta recién levantada y malita.
-Así dan ganas de levantarse todos los días.
-Lo decía por tu hermana.
-¿Cual? ¿La gemela que diste en adopción?
-Esa, esa.
Me vestí sin pensar, los leggins negros una camiseta azul caída y unas zapatillas adidas. No me maquillé, pero me hice una coleta alta. Desayunando me acordé del día anterior, y el mundo se me deshizo en segundos, pero se volvió plomo y cayó sobre mis hombros más pesado de lo que esperaba. Salí al balcón, que todavía seguía lleno de plantas de verano, que pronto dejarían de tener flor, pero es que eran tan bonitas. Hacía más frío que el día anterior parecía que iba a llover, así que corrí por mi sudadera preferida, grité un adiós que nadie escuchó y bajé en el ascensor.
No paraba de pensar en Honey, en sus labios, en su peca, en sus ojos miel, en su forma macarra de llamar mi atención. Tampoco dejaba a Samuel atrás con su sonrisa, su forma de hacerme sentir bien y de luchar por mí.
Al salir por el portal me encontré dos coches. Uno era un viejo amigo de noches interminables, de paseos, y de situaciones algo ... algo placenteras. El otro había sido una vía de escape, un lugar donde había odiado mucho y me había gustado alguien nuevo en mi vida. Y los tenía ahí, frente  a frente. Casi desmayándome de la impresión me sujeté a la puerta del portal.
-Buenos días Lady Curl.
-Ho, hola chicos. ¿Qué hacéis aquí?
-Está claro, ¿No? ¿Cómo has dormido princesa?- Samuel me miraba a mí con cara de reto. Sin embargo Honey lo hacía con cara de desafío. Parecía la misma pero no, la cara de reto de Samuel era para avisarme de que debía ir con él si quería seguir, ese era mi reto. Pero la de Honey parecía decir, aquí estoy Samuel no te lo voy a poner fácil me gusta y voy a luchar. Y yo, pues hice lo que cualquier chica hubiera hecho.
-Me voy caminando, he quedado con un amigo. -La cara de ambos hubiera servido para portada de revista. - ¿Qué? Estoy soltera.
Fui caminando con descaro hasta la esquina donde siempre me encontraba con Núria. Estuve escuchando casi todo el tiempo y me encantó por una vez no contar mi vida y mis mil puntos de vista.
Al llegar al instituto vi a Honey primero.
-Lady Curl, preséntese en la fuente del patio por favor. -Clavó la voz de María la conserje.
-¿Para reunirme con el director? Pues vaya, que decepción, esperaba un chico guapo.
-¿Soy lo suficiente guapo? O me opero.
-Y repito... ¿Tanto te gusto?
-Y respondo, ¿Tú eres siempre tan lanzada?
-Sí.
-Sí. -Sabía a lo que respondía, pero no quería, joder, no quería. El peso sobre mis hombros de que en unos días de tener una relación liberal e impregnada de diferentes personas que entraban y salían como si la vida de Samuel y mía fuera una boca de metro , me gustaba. Ahora pensar que a un chico le gustaba... Le gustaba de verdad hacía mi alma arder.
-¿Para qué te gusto?
Su cara cambió totalmente, y de repente una sonrisa. Una sonrisa de que todo es posible.
-Nunca me han preguntado eso, me han preguntado por qué, desde cuándo, y hasta donde. Pero para qué, nunca.
-Pues será que soy original. Pero responde.
-No entiendo la pregunta.
-¿Para una noche, para una semana, para un mes ? ¿Para novia, para royo?
-Para que seas tú. Sin más ni menos. Quiero que tú lo decidas, que decidas que será de nosotros, o qué no será. Yo no impongo nada, no hay condiciones. Somos tú y yo, y nada más.- Y en ese momento me sentí protagonista de una historia, de una de verdad. Me gustaba de verdad. Mucho. - Pero, no es tan sencillo como tú y yo contra el mundo, Lady, te conozco porque te he visto hacer cosas , manías pequeñas que me encantan, porque eres físicamente preciosa y porque algo de ti me llama a cada segundo. Pero no te conozco casi, y quiero conocerte poco a poco. Quiero saber cuantas veces pestañeas, saber si doblas la esquina de una página cuando cierras un libro o si prefieres big mac o un burger king.
-Dios... Miguel... Digo Honey.
-Lo sé, demasiado compromiso, pero sin ataduras. No te preocupes, puedes seguir tu vida, por ahora solo quiero ser tu amigo, solo eso.  Da tú el primer paso. Yo solo quiero leerte, y recorrer todas tus páginas una y otra vez. Aunque te aviso, que te costará mucho resistirte a mí, te lo voy a poner muy difícil.
-Trato hecho.
No estoy hablando de amor, ni de enamorarme. Pero si viene un chico y te suelta todo esto a las 8 y 30 de la mañana es para enamorarse. Se giró para irse, ya me llevaba unos metros de ventaja cuando me acordé.
-¡Honey!
-¿Sí, Lady Curl?
-Te debo algo, ¿Recuerdas? Lo prometido es deuda.
-Claro.
Se acercó a mí, lo cogí por la muñeca y lo llevé a un lugar poco transitado. Lo empujé hacia la pared, lo miré a los ojos con deseo, me acerqué mucho a su piel. Tocó mi cintura, y yo bajé su mano a mi cadera. Le susurré que cerrara los ojos, lo hizo. Saqué del bolsillo de mi sudadera un papel, y se lo puse en la mano en la que tenía en la cadera.
-Abre los ojos, guapo.
Me miró sonriendo, abrió el papel, que era un trozo de hoja de libreta rota en la que rezaba la palabra : BESO.
Sonreí, le guiñé un ojo, y caminé rápido hacia el gimnasio. Todos habían empezado a calentar, yo ya había calentado, jugado el partido y ganado.
Ahora le tocaba mover a él. 

1 comentario:

  1. Acabo de terminar de leer este capítulo, uno mejor que el otro!. Me niego a leer el siguiente hasta no asegurarme de que hay otro para seguir leyendo porque sino me deprimo jajaj

    ResponderEliminar