Capítulo 11 - Conexiones.

Aunque me gustasen tanto Honey y Samu había algo más importante : Samuel, y las drogas. No había dormido en toda la noche imaginando situaciones nefasta de él enganchado a todo lo que conocía. He de admitir que mi atractivo físico (bastante escaso en mi opinión) era nulo. Me puse mucho maquillaje para disimular los granitos que llegaban con la regla, una coleta de lado baja para no tener que peinarme y un chandal bastante hecho polvo que ahora usaba como pijama. Cualquiera hubiera dicho que la yonqui era yo sin ninguna duda. Pero eso no era importante...

Ahora es cuando echaba en falta a esa amiga especial que ojalá tuviera para contarle todo, pero no era así. No entendáis mal, tenía amigas muy buenas pero nadie que digámonos así fuera "algo más que una hermana para mí". Podía hablar con ellas de ropa, algún chico y sus problemas. Pero yo no soy de esa manera. Necesito una conexión que todavía no he sentido.
Entré con Núria al instituto hablando de que su ex intentaba ponerle celosa, pero no lo conseguía. Obviamente si hablábamos del tema es que claro que lo había conseguido. A Núria la conocía poco, es decir mucho pero en poco tiempo esa conexión tan fuerte... Quizá si se lo hubiera contado, todo hubiera cambiado. Pero no lo hice, y no sé si me arrepiento.  Una vez Núria entró en su clase, yo fui en busca de el aula de teatro, y solo había una cosa en mi cabeza : Las drogas de Samuel.
Pase todas las clases distraída, en un par de ellas incluso me quedé pensativa con los ojos cerrados. A la hora del patio me levanté de unos bancos de piedra que calentaba el sol y fui caminando hacia donde solían estar los que fumaban. Honey no había ido a clase, así que era el momento perfecto. Miré a todos los "fumetas" del instituto, conocía a prácticamente a todos de vista por ser amigos de Samu.
Y ahí estaba él con los ojos rojos, medio cerrados y la sonrisa tonta flotando en su cara.
-Samu quiero hablar contigo.
No estaba segura de que lo recordase cuando se le pasara el efecto de la "María".
-Hola Esme -Su cara cambió, su sonrisa desapareció y dejó un rostro serio, pero casi inexpugnable. -Ah, no no, ahora es Lady Curl, ¿No? -Pensé que era idiota que había fumado demasiado...
-Para, y ven. -Sus amigos le miraban como si esperaran una respuesta ingeniosa,  y  un par hablaban sobre mí sin cortarse un pelo.- Vamos, Samuel quiero hablar contigo... ¡Ven de una puta vez!
Frunció el entrecejo y se levantó de mala gana. Nos apartamos lo suficiente para que nadie nos escuchara.
-¿Desde cuándo?
-¿Desde cuándo qué?
-¿Desde cuándo te metes?
-Hace 3 semanas.
-¿Y no me di cuenta? -Lo pregunté más para mí que para él.
-Supongo que estabas demasiado ocupada.
-No vengo para discutir, solo quiero ayudarte.
-¿Vas a volver conmigo?
-Solo quiero sacarte del pozo...
-Díselo al hijo de puta que vive en mi casa.
-Has discutido con tu padre... ¿Es eso?
-Yo no discuto con él.-Iba a llorar estaba claro. Y yo ya iba sospechando algo.
-¿Te ha tocado?
-A mí nunca, no se atrevería.
-¿Y a quién sí?
-A ella, a mi... A mi madre.
-No tienes por qué aguantarle, denúncialo.
-No es fácil, es mi padre y estoy seguro de que la mataría. Y entonces yo lo mataría a él, y me convertiría en él. Me suicidaría.
-Samuel...
-¿Lo entiendes ahora? Si no, me da igual...
-Joder, entiendo que estés mal. Pero eso no te tiene que meter en la droga de esta manera. Denuncia y vete a vivir solo con tu madre, ella no lo merece, y tú tampoco.
-No puedo. Vete. Vete con Honey. Hoy no es un buen día. Por favor.
-Samuel, para. ¿vale? No intentes que te odie un día y luego te ame al día siguiente. Yo no puedo hacer esto por ti. Nadie puede. Pero te ayudaré a conseguirlo.
Me besó, sin ningún miedo. De nuevo ese tacto tan íntimo e interno, esas mariposas y ahora también el tacto húmedo de sus lágrimas.
-Vuelve conmigo, empecemos de nuevo, pero de verdad, sin más personas. Contigo podré salir, sin tu apoyo es imposible.